Cuando comienzo a escribir este artículo, la primera pregunta que llega a mi mente es ¿Cuántos equipos que se hacen llamar así son equipos de alto rendimiento? No cualquiera logra este nivel de rendimiento. Para lograrlo, todos sus miembros deben de:
Tener un alto grado de autonomía, esto se refiere a que el líder no necesita estar constantemente orientando funciones, sino que ellos ya las tienen asimiladas y se organizan solos.
Una adecuada organización que haga que los procesos fluyan de manera correcta, utilizando a cada miembro en las funciones adecuadas según sus propias capacidades.
Y por último y la más importante: comunicación asertiva. Sin este componente, ningún equipo logrará convertirse nunca en un equipo de alto rendimiento.
Dedicar tiempo a cultivar la comunicación asertiva es el mayor tesoro que una empresa puede tener. La comunicación asertiva es aquella que permite dialogar con respeto y calma, resolver conflictos de manera positiva y reducir las situaciones de estrés.
Para lograr una comunicación asertiva, debemos de huir de la comunicación pasiva y de la comunicación agresiva, que son los dos polos opuestos. El punto intermedio es cuando soy capaz de expresar mi opinión y al mismo tiempo escuchar las opiniones de los demás para finalmente lograr un acuerdo.
Es el líder del equipo el principal encargado de promover este tipo de comunicación día a día. El líder deberá ser el ejemplo claro de comunicación asertiva. Debe mostrar empatía, paciencia y mucha tolerancia. Y eso no significa dejar de mostrarse como una figura a la que respetar. En el líder hay espacio para todo. Tomo el término de líder resonante de Daniel Goleman de su libro “El líder resonante crea más”. Goleman explica la diferencia entre resonancia y disonancia del líder con su equipo. El líder resonante sintoniza con los sentimientos de las personas y las encauza en una dirección emocionalmente positiva. Al contrario, el líder disonante no sabe empatizar ni interpretar adecuadamente las emociones ajenas.
La comunicación asertiva permite a los miembros del equipo conectar entre ellos y lograr de esa forma una excelente coordinación, organización y rendimiento.
Si en este momento se están preguntando si ustedes son personas asertivas, aquí les dejo unas preguntas que les ayudarán a llegar a una respuesta:
¿Saben expresar sus emociones adecuadamente?, ¿Se dejan llevar por sus impulsos muy seguido?, ¿Utilizan un lenguaje corporal positivo que ayuda a la comunicación?, ¿saben mirar a los ojos a sus interlocutores?, ¿Respetan el turno de palabra en las conversaciones?, ¿Saben escuchar?, ¿Saben decir que “no” de manera correcta?, ¿Controlan su tono de voz en las conversaciones?, ¿reconocen las cualidades positivas de los demás’, ¿saben motivar a los demás?
Estas preguntas les ayudarán a evaluarse a ustedes mismos y a su equipo y detectar cuáles son los puntos específicos a mejorar para encaminar la comunicación hacia la asertividad y aprovechar así todos los beneficios que ésta trae al equipo de alto rendimiento.