“Las personas buscamos excusas para no aceptar la responsabilidad de nuestro fracaso” (Navarrete, 2021). Esta afirmación aplica en los múltiples ámbitos de nuestra vida, pero en este breve escrito la enfocaremos en nuestra carrera empresarial.
Según un informe publicado en 2019 por la organización SBA (Small Business Administration), ocho de cada diez empresas sobrevivieron su primer año, lo que representa una cifra mayor a lo habitual, puesto que en ese lapso de tiempo usualmente al menos el 50% de los emprendimientos cierran. Además, el documento también revela que, de esas ocho empresas, aproximadamente el 33% logran trascender los 10 años. El mismo estudio indica que las crisis económicas no han sido la principal razón de estos cierres, pero sí han acelerado lo que tarde o temprano sucedería. Entonces, ¿Cuáles son los verdaderos factores que llevan a una empresa a desaparecer?
A continuación, abarcaremos tres fallas que conducen a las empresas a fracasar, identifica tu escenario.
1. Empresas sin propósitos: Las compañías sin visión son como navegar en el océano en un barco sin mapa, brújula, ni destino definido. La falta de propósito trae como consecuencia el desenfoque y provoca que las empresas tiendan a destinar recursos, esfuerzos, y capacidades hacia cualquier actividad que surja al azar, dejando de lado no solamente sus actividades claves, sino también a sus clientes y trabajadores. Las empresas que no tienen claridad de su razón de ser, ni lo que esperan alcanzar, sencillamente no inspiran y no gozan de la confianza de sus propios colaboradores, ni mucho menos de sus clientes, pues son vistas con inestabilidad, desorganización, poca seriedad y sin futuro.
2. Liderazgos mediocres: Es difícil leer títulos tan confrontativos, pero la verdad no está diseñada solo para gustarnos. Un empresario que inicia su negocio por su cuenta tiende a encerrarse en la “necesidad” de hacerlo todo por sí mismo. Al principio, probablemente no tenga otra alternativa, sin embargo, a medida que los negocios crecen, aumenta la complejidad de sus procesos. Recordemos que el líder no es líder por ser el experto en todo, sino por su claridad y capacidad de guiar equipos hacia el cumplimiento de una visión compartida.
3. Falta de disciplina financiera: El 29% de las empresas que fracasan indican que su principal causa es el flujo de caja. Sorprendentemente, el problema no radica explícitamente en la falta de ingresos, sino en la mala administración de recursos, que va desde el uso personal de las finanzas del negocio y el mal cálculo de los costos – y, por ende, malos cálculos de los márgenes de utilidad – hasta el derroche de recursos en áreas que no aportan al éxito del negocio, mientras que se invierte poco o nada en las áreas clave para su crecimiento.
Estas son solo tres causas de base que conllevan al cierre de negocios y que luego derivan en otras malas prácticas. Comprender el origen del problema, nos llevará a identificar los demás motivos y reivindicar nuestras acciones. El fracaso no se define por cerrar nuestra empresa, sino en no aprender a corregir nuestros errores cuando aún estamos a tiempo.
¿En qué posición se encuentran tú y tu empresa?
Naiyel Navarrete
Asesor Empresarial
BPN Nicaragua