Estamos viviendo en tiempos donde hay muchos cambios e incertidumbres. Cambios en la tecnología, personas que van a otro país, menos paz en la tierra, problemas en el sistema financiero, problemas en la cadena de suministro y mucho más. ¿Cómo puedo yo, como empresario, mantenerme preparado en medio de todos estos cambios e incertidumbres?
Lo primero es que debo de estar consciente del entorno, como es actualmente y como va a cambiar. Y luego evaluar cómo estos cambios podrían afectarme. Quiere decir que tengo que invertir un poco de tiempo en observar mi entorno, con fuentes de información confiables. Confiables son, no solamente las que alimentan las emociones, como muchas de las “noticias” hoy en día lo hacen.
Al conocer el entorno es importante enfocarse en las oportunidades que existen aún en una crisis, y no permitir que noticias malas me paralicen o me roben mi esperanza y pasión para avanzar y llevar mi empresa adelante. Recuerde: ¡En cada crisis hay empresas que salen más fuertes!
Lo otro es encontrar y enfocarme en cosas que son duraderas y no cambian todo el tiempo, para encontrar estabilidad y no gastar todo mi tiempo y recursos en cambios permanentes. Eso no quiere decir que no tenemos que cambiar y adaptarnos a muchas cosas que requieren mi aprendizaje continuo.
Pero, hay que recordar que sólo porque algo cambia o es nuevo, no significa automáticamente que es mejor que lo anterior. Siempre hay que analizar que donde lo antiguo es mejor, no hay razón para cambiar. En este artículo le expongo algunos puntos, que todavía en 50 años van a ser iguales como hoy:
1. Servir al cliente es la mejor estrategia de mercadeo. Cuando realmente servimos al cliente siempre vamos a recibir de él un pago justo a cambio. El que conoce bien a su cliente meta y sus deseos y necesidades puede diseñar sus productos y servicios de tal manera, que el cliente satisfecho va a volver y me recomendará.
2. Los colaboradores son la base del éxito. Por ende, invertir en los colaboradores es indispensable. Por ejemplo, en una buena atmósfera y trato hacia ellos, en su capacitación, su pago justo, etc.
3. El éxito depende un 50% de la actitud y mentalidad. La manera como vemos la vida y lo que creemos de las circunstancias influye no solamente en nuestro bienestar, sino también en el resultado. Eso requiere un esfuerzo consciente y de una mentalidad positiva que no sucede por casualidad.
4. Lo imprevisto no es tan imprevisto, especialmente en Nicaragua. Por eso mantener reservas o tener alternativas es indispensable (proveedores, proyecciones, empleados etc).
5. Sin registro y números es imposible tener control y dirigir. No importa si son mis finanzas, estadísticas de la producción, de la venta o lo que sea, «Si no se puede medir, no se puede mejorar.» Lord Kelvin
Obviamente existen más puntos no cambiantes, para tener éxito debemos tener ambos: la actitud para cambios y el ojo para las cosas duraderas.