Para una persona desmotivada, ir todos los días al trabajo demanda un esfuerzo gigantesco y, obviamente, su productividad se ve afectada.
Llegar a ese nivel de desmotivación implica que se ha estado inmerso en un ambiente laboral donde existen problemas de comunicación. No están claras las metas que se quieren alcanzar como equipo y pues, nadie se siente a gusto ante algo que no ha quedado claro, generando frustración y la sensación de no ser capaces de hacer lo que se les pide.
En muchas empresas se tiene la concepción que, para motivar al equipo, es necesario aumentarles el sueldo u ofrecer bonos ocasionales. Esto solo supondrá un pequeño cambio en las actitudes de los colaboradores de manera temporal, pues lo que esté generando malestar – si no lo han identificado aun – seguirá presente en el día a día. Por tanto, una de las funciones primordiales de un líder es reconocer las señales de alerta cuando hay desmotivación.
Ahora, supongamos que has hecho de todo:
- Definirles su labor y su rol dentro de la compañía.
- Proveerles los recursos necesarios para que puedan desempeñar satisfactoriamente su actividad.
- Facilitar procesos de formación y capacitación.
- Fomentar la flexibilidad y la conciliación.
Y aún así, se percibe la desmotivación como un halo que cubre cada rincón de la empresa y no sabes qué más hacer.
Pero no todo está perdido y quiero hablarte del mundo de las ventas.
¿Y qué tienen que ver las ventas con una persona o equipo desmotivado?
Verás. Las ventas tienen que ser cada vez más humanizadas y enfocadas en que el comprador esté seguro que su situación cambiará con tu producto o servicio. Esto se logra cuando vendes con base en los beneficios y no en las características.
La misma estrategia puedes aplicar para motivar a tu equipo de trabajo.
Muchos motivadores se han dado cuenta que el solo hecho de decir ¡Vamos, sí puedes!, no genera el resultado deseado porque no se reconocieron los beneficios o el valor que se puede alcanzar.
Por ejemplo:
“Hecho con finos hilos de colores” vs “Tu estado de ánimo cambiará cuando los colores favorecen tu tono de tu piel.”
“Una botella de agua con el tamaño ideal para ti” vs “No tienes que preocuparte por tomar ocho vasos de agua, cuando en una sola botella puedes beberlos durante el día”.
Entonces, en el ámbito laboral sería:
“Si se trabaja más rápido se pueden ir temprano” vs “La productividad nos permitirá pasar más tiempo con nuestra familia”.
“La carga de trabajo disminuye si trabajan en equipo” vs “Despreocúpense del estrés si trabajan coordinados como equipo”.
“La creatividad te hará encontrar soluciones” vs “Tus ideas y opiniones han logrado que se obtengan resultados esperados”.
Entonces, la fórmula para que puedas motivar a las personas o a tu equipo, es usando el valor de los beneficios, tal cual una técnica de venta.
Psicóloga Karina Sands
CAHUSA – Gerente propietaria