Preparado para cualquier escenario

El sol sale cada día y la lluvia viene cada año, pero en paralelo también existen cientos de cosas que están cambiando dramáticamente en estos tiempos. Entre más cambios hay, más difícil es predecir cómo se desarrollará el mercado (clientes, proveedores y competidores), y esa incertidumbre convierte la planificación en un reto, la vuelve menos acertada o puede provocar que no planifiquemos por el simple hecho de no saber qué es lo que va a pasar.

En la actualidad, el mundo está totalmente conectado, por lo que problemas de China o de Estados Unidos nos afectan a todos. Por tal motivo, incluso las pequeñas y medianas empresas (PYMES) de Nicaragua tienen que estar alerta de cómo se desarrolla la situación económica a nivel mundial e identificar cuáles son los principales retos a los que se enfrentarán. Estas son algunas de las preguntas que influyen significativamente en como se desarrollará el futuro:

·¿Cómo responderán los consumidores y los Gobiernos al desarrollo del covid-19?

·¿Se solucionarán los problemas en la cadena de suministro a nivel mundial?

·¿Subirán los costos de energía?, de ser así, ¿Cuánto se encarecerán?

·¿Cómo las fallas de electricidad en China afectarán al sector de producción?

·¿Qué tan fuerte será la inflación?

·¿Cómo las sequías influyen en la producción de alimentos y, en consecuencia, en el bolsillo de los consumidores?

·¿Atacará China a Taiwán?

·¿Habrá suficientes microchips en el futuro?

·¿Habrá más cibercrimen y problemas con el internet?

·¿Cuándo vendrán las monedas digitales de los Gobiernos y que impacto tendrán?

·¿Habrá una corrección de las bolsas y cómo afectará al sistema financiero?

Y mucho más…

En relación a esas preguntas, las opiniones de expertos varían y se ubican como muy optimistas o muy pesimistas. Si bien es cierto, un gerente profesional debe tener una actitud positiva, sería insensato esquivar e ignorar todas esas interrogantes y confundir una actitud esperanzadora con un optimismo ciego, sin base. Solo esperar y declarar que todo saldrá bien no abona a que en realidad esto suceda, pero, en lugar de sentirse avasallado, para estos casos existe una alternativa profesional, proactiva y con mentalidad de vencedor: planificar para diferentes escenarios.

En estos momentos existe mucha incertidumbre y no se sabe con exactitud cómo se desarrollará la situación, esta puede ser muy positiva o incluso, podría ser tan negativa que llegaría a provocar una fuerte recesión mundial, así que vale la pena planificar dos o tres escenarios. La idea es que, entre más probable me parezca un escenario, más tiempo invertiré en detallar un plan acorde a esa circunstancia, y entre menos probable sea, menos empeño dedicaré. Realmente, trabajar dos o tres planes en lugar de solo uno cuesta tiempo, trabajo mental y, probablemente, dinero, pero es mucho más barato en comparación a no estar preparado.

Así que valdrá la pena preguntarse: si los problemas con el transporte empeoran o si China no puede producir o exportar, ¿Cómo y de dónde obtendré mi materia prima?, o, ¿Mis clientes me comprarán mi producto/servicio si la inflación es alta?, ¿Cómo responderán mis competidores y cuáles irán a la quiebra?, ¿Cómo puedo aumentar el beneficio para el cliente sin agregar costos? ¿Qué pasaría si hay tiempos prolongados sin internet? ¿Cómo puedo minimizar el consumo de energía y el transporte?

Lo que le llevó hasta aquí fue su habilidad de traer soluciones y beneficios a sus clientes y lo que le garantizará el éxito en cualquier futuro será si sigue resolviendo problemas con innovación y enfoque en el beneficio de ellos, ¡Los que están preparados y sirven mejor a sus clientes se van a mantener y hasta pueden aprovecharse de una crisis!

Adrian Borter

Director de país

BPN Nicaragua