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¿Alguna vez se han preguntado por qué existen personas a las que pareciera que todos les sale bien? Bajo nuestra percepción pensamos que la vida siempre les sonríe. Incluso tienen un sequito de seguidores, son líderes innatos y lo que dicen prácticamente es una ley para quienes los escuchan. Todos salen en su ayuda aunque esta no sea solicitada.
Al ver todo esto pensamos que la vida es injusta, ya que ellos no pasan por lo que los demás y todo pareciera caerles a sus pies. Pero no podríamos estar más equivocados. No siempre son hijos de papi y mami a como algunos suelen mencionar.
Déjenme decirles que estas personas también tienen problemas y puede que más graves, ya que nadie está libre de ellos. La gran diferencia es que estos individuos manejan sus vidas distintas al resto y lo hacen pre, durante y luego de cada tropiezo que se les antepone.
Voy a mencionarles la herramienta que estas personas utilizan: La CONFIANZA.
Para muchos puede parecer algo tonto, pero para quien ha visto y vivido en carne propia los beneficios que esta trae consigo, la seguirá cultivando hasta el cansancio.
Veamos, ¿Qué es confianza en sí? Bueno, según la sociología y psicología social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. Y esta se verá reforzada en función de las acciones y de valores. (Al pensar que alguien siempre actuará a como se debe y que es gracias a cimientos fortalecidos por la moral, nuestra confianza será ciega e infinita.) En fin, creeremos que la luna es de queso si nos lo dicen.) Esto tiene gran valor en el mercado laboral y por supuesto en lo personal.
Ojo, no confundamos este tipo de confianza con la confianza en uno mismo (de ser una persona segura). El ser seguro es una buena cualidad de tener, pero ganarse la confianza de los demás es un tesoro que te da más estabilidad que el mismo dinero.
Existen personas que tienen exceso de seguridad o al menos eso creen; y piensan que la única persona de la cual necesitarán, son ellos mismos. Pero la realidad es que los trabajos, el dinero, los ascensos, los favores, y todo lo que podamos imaginar, viene de otras personas y sobre esta analogía es que caemos en la importancia de ser dignos de confianza de los demás.
Quiero utilizar un ejemplo por el cual la mayoría de nosotros hemos pasado: Llevar un vehículo al mecánico. Encontrar un buen mecánico es como descubrir el santo grial. Estos tienen la fama de ser irresponsables, de tomar piezas que no deben, y todos creemos que necesitamos estar presentes todo el tiempo para que hagan bien su trabajo. Existe una gran falta de confianza por la misma razón. Cuando logramos encontrar uno bueno, no lo dejamos ir, lo recomendamos y siempre está lleno de trabajo.
Quizás si le preguntamos al mecánico que opina de esto, pensará que faltar a su palabra no tiene nada de malo y que no tendrá muchas repercusiones. Y esto me hace recordar la frase de Stephen King: “La confianza del inocente es la herramienta más útil del mentiroso.” Pero como siempre lo he dicho, nadie se salva de los jalones de oreja que da la vida. Puede que el mecánico se salga con la suya las primeras veces, pero lograr y mantener algo son cosas completamente distintas. Eventualmente esta persona se quedará sin clientes y con una fama no muy halagadora.
Recordemos que el ser humano se especializa en lo que hace de manera repetitiva y está en nuestras manos el decidir si lo que hacemos una y otra vez, es bueno o malo. Al engañar a nuestros clientes, ofreciéndoles una calidad que no poseemos, al dar un precio elevado que no está respaldado o brindar garantías que no sustentaremos, no los estamos engañando a ellos, sino a nosotros mismos. ¿Por qué? Porque con el tiempo ellos descubrirán la mentira, cambiarán de proveedor y a largo plazo ¿quién sale perdiendo? Por eso existe otra frase muy buena que dice: Si lograste engañar a una persona, no quiere decir que sea tonta, quiere decir que confiaba en ti más de lo que te merecías.
Si deseamos el éxito que vemos en los demás, no nos especialicemos en mentiras, seamos maestros de la confianza. Es más fácil ser digno de los demás, que vivir lidiando con las consecuencias de un mal actuar. Es aquí donde se nota la diferencia entre ambas caras y a lo que me refiero con un comportamiento pre, durante y posterior. Al ser siempre personas honestas a pesar de cualquier circunstancia también crea consecuencias, pero de las buenas.
¿Qué sucede cuando somos catalogados como una persona o negocio de escaza honestidad? Se vive poniendo todo en tela de duda. Díganle a un mecánico que ya les quedó mal, que no confían en sus servicios, y vean su respuesta. Pero ¿Quién está errando? ¿La persona que tiene sospechas fundamentadas o quién se hizo del hábito de la mentira? Creo que no necesitamos ser científicos de la NASA para saber la respuesta.
Sin embargo aquí entran en juego otros factores, quisiera decir la ironía de la vida pero es en realidad la ironía de algunas personas. Estos dueños de negocios o individuos se molestan GRANDEMENTE al ser cuestionados. Porque las personas no deberían de reaccionar ante tantos atropellos ¿o sí? (nótese el tono de sarcasmo.)
¡Los invito a que seamos mejores seres humanos! Tengamos en nuestras manos esta herramienta que abre todas las puertas. ¿Por qué hago tanto hincapié en esto? Bueno, ¿le darías a cuidar a alguien a tus hijos si piensas que no puedes confiárselos? ¿Le darías tu dinero a un banco si piensas que no tienen credibilidad? ¿Le darías las llaves de tu negocio a un trabajador si te causa incertidumbre? ¿Promocionarías a un colaborador al cual no le tienes fe? ¿Le prestarías a alguien en quién no confías? ¡NO LO HARIAS! Y sería triste vivir en un mundo así. Entonces ¿Por qué es tan difícil para algunos entender esto?
Así que los dejo con esta reflexión y los llamo a que vayamos tras esta herramienta y que también aprendamos a trasmitirla. Esto es lo que las personas y negocios exitosos hacen. Y tú ¿cómo quieres ser reconocido?
Si deseas profundizar más en este tema, también puedes leer este artículo: https://bit.ly/3hnmLtJ
Lic. Carlos Delgado
Gerente de Operaciones de Fundación BPN
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